viernes, 28 de febrero de 2014

4. La música en el ocio de los jóvenes



En la España de inicios de los 60, algo aislada de los procesos de cambio en el resto del mundo(guerra de Vietnam, revolución social de los negros, la minifalda, la cultura pop...) la música que se escuchaba era la clásica de coplas, boleros, orquesta, canciones románticas y poco más. Pero de pronto, en especial durante el período 1964-68, la economía se desarrolla con fuerza y surge una clase media con mayor poder adquisitivo que empieza a consumir ocio, moda, música... es entonces cuando se ponen de moda los tocadiscos, los LP's, el Seat 600, las minifaldas..etc.



España abre sus puertas al turismo, con lo cual se mezcla la cultura y los estilos de vida, y todo ello contribuye a abrir una brecha en las tradiciones más conservadoras de la sociedad que hace que los jóvenes despierten su interés por la música de fuera. Al suceder esto, los jóvenes se reúnen en los conocidos guateques y fiestas privadas donde bailaban y se divertían sin preocupación ninguna, exaltando la diversión como meta principal. La definición más acertada para definir ese tipo de música era : ''ye-ye'' o ''pop''.





La generación ''ye-ye'' no solo se definía por un tipo o una forma particular en el vestir, sino también por un sentimiento de ruptura con generaciones anteriores y su entorno. Aunque el movimiento ye-ye contagiaba a toda Europa, en España tuvo sus elementos diferenciadores: a nivel musical (se internacionaliza) y a nivel social (se manifiesta en una nueva norma de conducta); no era un movimiento radical pero estaba un poco al margen de la estructura establecida. Además de los guateques ''controlados'' por las familias, empezaban a proliferar, locales o clubs de reunión con una característica común: su entrada era como una cafetería normal, pero si se observaba con atención, una puerta en el fondo conducía a una estrecha escalera de bajada y a una sala no muy grande, con luces rojas en las paredes, dónde parejas muy jóvenes bailaban a todo ritmo.

En ese sótano solo estaba parte de una generación que rechazaba las normas de una sociedad.




Los jóvenes de esa nueva generación se distinguían por dos signos externos: la música y los atuendos. La música era el catalizador, su forma de evasión y comunicación, la expresión de sus inquietudes y preocupaciones.... en definitiva era algo importante para ellos, por eso sus reuniones, eran reuniones de jóvenes al reclamo de la música. Clubs más modestos, incluso propios, de menor empaque, pero de mucho mayor carácter: Un garaje, un trastero.... cualquier lugar íntimo les resultaba bueno. Tenían un cierto parecido con los guateques, pero sin el control paternal les daba un aire de mayor libertad.



A su manera, los jóvenes determinaban su propia personalidad. Los chicos se dejaban crecer el pelo por encima de las orejas, y se preocupaban más que las chicas en la forma de vestir. La mayoría prefería la pulcritud y la discreción, lo que no excluía la audacia en sus diseños. En cambio, las chicas cambiaban sus faldas por minifaldas a la vuelta de la esquina para así convertirse en objeto de deseo. En conclusión es que por primera vez, los jóvenes dentro de su intimidez conseguían tener un mínimo de libertad, expresión y diversión.



http://eltrasterodepalacio.wordpress.com/2012/11/10/la-generacion-ye-ye-y-la-musica-en-la-espana-de-los-60/


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